La huella de carbono es un valor o índice calculado que permite comparar la cantidad total de gases de efecto invernadero que una actividad, producto, empresa o país agrega a la atmósfera.
Estas huellas de carbono generalmente se reportan en toneladas de emisiones equivalentes de CO2 por unidad de comparación, como toneladas de CO2-eq por año, por kilogramo de proteína para el consumo, por kilómetro recorrido, o por prenda de vestir, entre otros.
Las emisiones de dióxido de carbono equivalente (CO2eq) por unidad de comparación es una forma adecuada de expresar una huella de carbono, sumando todas las emisiones de gases de efecto invernadero, incluyendo no solo el dióxido de carbono, sino también el metano y el óxido nitroso, entre otros.
La huella de carbono de un producto incluye las emisiones de todo su ciclo de vida, desde la producción a lo largo de la cadena de suministro hasta su consumo final y eliminación.
Existen varios métodos y herramientas en línea para calcular la huella de carbono, dependiendo del enfoque en un país, una organización, un producto o una persona individual.
Para las organizaciones, es común utilizar el Protocolo de Gases de Efecto Invernadero, que incluye tres alcances de emisiones de carbono: el Alcance 1 se refiere a las emisiones de carbono directas, el Alcance 2 y el Alcance 3 se refieren a las emisiones de carbono indirectas.
La huella de carbono es una herramienta valiosa para comprender y reducir el impacto climático de las actividades humanas, tanto a nivel individual como organizacional y nacional. Su cálculo y análisis pueden informar estrategias efectivas de mitigación del cambio climático, como lo demuestra el Registro de huella de carbono, compensación y proyectos de absorción de CO₂ creado por el Gobierno de España en 2014.
Este registro es gratuito y voluntario, y está orientado principalmente a las pequeñas y medianas empresas. Permite la obtención de un Sello Oficial emitido por la OECC que indica si la empresa ha calculado, reducido o compensado su huella.
Además, se puede optar por certificar la huella de carbono acudiendo a un tercero independiente, lo que ayudará a detectar posibles errores y dará respaldo al cálculo.
El primer año que la empresa se inscribe en el registro no puede obtener el sello de emisiones reducidas, pero sí debe presentar un plan de reducción de emisiones, que le permitirá obtener el sello de reducción en posteriores inscripciones en el registro. En este registro se deben indicar al menos las emisiones de Alcance 1 y de Alcance 2.
Aquellas empresas que incluyan además el Alcance 3 o que sean una gran empresa, deben adjuntar un certificado de que sus emisiones han sido verificadas por una entidad certificadora acreditada.
